Este fenómeno no es exclusivo de los alimentos del desayuno, ocurre en multitud de materiales para desgracia de los ingenieros y arquitectos y suerte de los geólogos. Muchos hemos jugado de pequeños con arcilla de moldear, podías hacer infinidad de formas y moldearla mientras estaba húmeda pero en el momento que se secaba pasaba a ser dura, una piedra. Eso sí, si no la cocías en un horno, al mojarla otra vez se volvía a poner blanda y se podía volver a moldear. Con la plastilina pasa algo parecido pero las sustancias que hacen que sea más blanda son aceites, si a una bola durísima de plastilina le echáis un chorrito de aceite volverá a ser como antes, y si es de oliva estará sabrosona. Otros materiales sin embargo al secarse quedan duros aunque se vuelvan a mojar, como es el caso del cemento (aunque se pueden volver a reblandecer mediante otros procesos).
El agua puede formar parte de muchos materiales, ya sea dentro de la estructura mineral (como ocurre en el yeso), o mezclada uniformemente con otros compuestos como ocurre en las arcillas, arenas movedizas o en la masa del pan. Eliminar el agua si es el primer caso es relativamente difícil y hay que tostar (digamos que asar a muy alta temperatura) los materiales, sin embargo para eliminarla de los segundos sólo hay que esperar a que se evapore (o forzar la evaporización con un horno doméstico).
Las galletas o el pan en origen son una blanda y pringosa masa elaborada con harina de cereales, agua, azúcar, aceite o mantequilla y dependiendo del tipo de galleta puede llevar huevo u otras sustancias, a veces también contienen cantidades variables de levadura. Al meter esta masa en el horno se deshidrata, es decir, gran parte del agua que contienen se evapora y deja de formar parte de la masa. Según la masa se deshidrata cambia de propiedades. Justo lo mismo que ocurre en las arcillas. Si posteriormente rehidratas la galleta tenderá a parecerse a la masa original (aunque con algunas diferencias puesto que el calor puede producir cambios en otras sustancias, como por ejemplo en el huevo).
La última guarrada de Nutrexpa, se dedican a ver como las galletas se reblandecen en el colacao y luego lo embotellan.
Finalmente, puede quedar alguna duda en el tintero, como por qué se reblandece más la galleta si la leche está caliente. Esto es sencillo, la temperatura indica cuánto se mueven las partículas de un material, si las moléculas de agua se mueven rápido chocarán más fuerte y rápido con la galleta de forma que podrán entrar en su estructura interna e hidratarla más rápidamente con su consecuente reblandecimiento.
Yo soy de las primeras: me fastidia que las galletas se pongan blandas en la leche, es un puré horrible; mi hermano es de los segundos: le encanta, lo provoca a propósito. Conclusión: yo tengo razón, él no, y tú me has explicado el por qué (pero no influye). xD
ResponderEliminarPor mucho que lo expliques, sigue siendo una guarrada que las galletas se queden blandas y formen un grumo incomible. Ahora bien, ¿esta teoría se aplica también a los famosísimos bizcochos-esponja?, ¿y valdría igualmente cuando no hablamos de café normal, sino del café/laxante de ciertos sitios universitarios?
ResponderEliminarGenial, mi primera duda en CCP resuelta :D.
ResponderEliminarA mí personalmente me encantan las galletas blandurrias, soy de los que calientan la leche siempre, y a veces pongo un tazón con cereales, leche y lo meto al microondas. Cosas crujientes las justas xD.
Qué asco... ¿te acuerdas de cuando mojabas el pan en la leche para fastidiarme? aggg, vaya mierda de física...
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